Fin de la II guerra mundial.

 El 75 aniversario de la victoria aliada en Europa (8 de Mayo de 2020) se revelaron las últimas palabras nazis interceptadas por la inteligencia británica:

"Cerrando para siempre, los mejores deseos, adios"

La fecha del fin de la 2ª guerra mundial podríamos decir que es la del último tratado de paz firmado. Fue un conflicto en todo el planeta y en cada zona se desarrolló a un ritmo. A principios de Mayo de 1945 se produce la rendición de Alemania. En Asía la guerra continuó hasta la tarde del 15 de Agosto en Japón, todavía 14 en EEUU por diferencia horaria, fecha del armisticio japonés. La rendición formal no se firmó hasta el 2 de Septiembre con el acta de rendición de Japón. Así acababa una guerra en la que murieron millones de personas.

En Abril el Emperador Hirohito viendo lo que sucedía en Europa ya propuso una salida negociada al Jefe del Estado Mayor, el General Umezu y al Ministro de Defensa, el General Anami. Estos se negaron por completo. No creían en el ultimatum de los aliados en la Declaración de Postdam (26 de Julio de 1945) ni en la amenaza de "pronta y total destrucción". ¡¡¡Esto olía a bomba atómica!!! en ese momento se especulaba con la posibilidad de que EEUU tuviera ese arma y la utilizara. Pero los japoneses se burlaron y no le dieron credibilidad.

             

Las bombas cayeron sobre Hiroshima y Nagasaki el 6 y 9 de Agosto, ese mismo día la Unión Soviética declaró la guerra a Japón. Al día siguiente, el 10 de Agosto, anunció su intención de rendirese. La tarde del 15 Hiroito en una retransmisión a través de la radio anunció al pueblo japonés la aceptación de la declaración de la Conferencia de Postdam. 

 

El Emperador no solo tenía que admitir la derrota y asumir la verguenza que suponía para el Imperio del Sol Naciente, además debía enfrentarse a un más que probable golpe de estado por parte de una facción de militares que deseaban continuar la guerra. En la mañana del 16 de Agosto intentarón asesinar...dos veces... al Primer Ministro Kantarö Suzuki, ya que era partidario de la paz. Fue una persona clave en el tratado.

Ante la inestable situación el Emperador buscó aliados seguros entre su familia y cuando Suzuki renunció al hacer publica la rendición, entregó el gobierno a su tío, el pricipe Naruhiko, ocupó el cargo durante 53 días, seguramente los mas bochornosos y dolorosos de su vida.

El ejército japonés estaba disperso por gran parte de Asía y para que la rendición fuera efectiva en esos lugares envió a los principes Takedo, Asaka y Kanin a las zonas con destacamentos. Casí 30 años después todavía se encontraron soldados que permanecían en zonas remotas sin saber que habían perdido la guerra hacía tiempo. Muchos no se entregaron a las tropas estadounidenses pensando que no era cierto y que se trataba de una estrategía del enemigo para capturarlos. Otros por miedo al deshonor y por sus firmes convicciones o simplemente por no recibir una orden de rendición por sus superiores. Para convencerles incluso arrojaron miles de octavillas informando del fín de la guerra. El último soldado que se entregó fue Teruo Nakamura, lo hizo en 1974.

El domigo 2 de Septiembre de 1945 a las 9'30 de la mañana sobre la cubierta del acorazado Missouri, anclado en la Bahía de Tokio se firmó la capitulación. Supuso un acto de verguenza y deshonor, una humillación extrema para el Imperio japonés. Mac Arthur presidía la ceremonía como General representando a EEUU, sin hacer ostentación, sin condecoraciones, vestido con un sencillo uniforme.

Por otro lado la delegación japonesa, el general Umezu, partidario de resistir y promotor del golpe de Agosto para arruinar las negociaciones de paz, representaba a su país. Suponía para él algo peor que la muerte. Solicitó permiso al emperador para para hacerse el harakiri, pero éste no solo se lo prohibió, sino que lo pusó a la cabeza de la delegación para la firma de la rendición. 

Los militares japoneses vestían uniforme de diario y los diplomáticos chaqué y chistera, derrotados rodeados por los vencedores, en el missouri y escuchando el himno nacional de EEUU. eran la imagen de un país humillado, desmoralizado, y arruinado. La situación era insoportable y en los días siguientes al anuncio de rendición se produjeron multitud de suicidios, escuadrillas de kamikazes estrellaron sus aviones, grupos se inmolaron después de cantar el himno nacional (Kimigayo) y gritar los tres vivas rituales al emperador.

 

El almirante Tomioka al regresar a casa del acto de rendición se vistió con su kimono blanco y siguió con el ritual Seppuku, para cumplir con el código de honor Samurai y se hizo el Harakiri.

Los vencedores podían haber hecho una mayor ostentación de su poder pero a parte de una apuesta en escena a bordo del buque y el vuelo en el momento de la firma de aviones sobre la bahía, no hubo ensañamiento. Incluso las palabras finales del general Mac Arthur no hablaron de vencedores ni vencidos: 

"Oremos todos para que se restaure la paz en todo el mundo y para que Dios la conserve para siempre. Se levanta la sesión"